Autores: Dr. Bernardo Antonio Muñoz Riveroll, Dr. Gerardo Nieto López
Sección: Reflexiones y Visiones
Resumen
La crisis afecta la estructura de todo el sistema y sus efectos se dejan sentir en lo global, lo local y lo individual. Las y los jóvenes enfrentan un mundo no solo cambiante, sino ya profundamente cambiado; nuevos paradigmas obligan a procesar la idea de futuro de otra manera. Los viejos problemas que no se han ido, se han agravado. En México el acceso a la UNAM se mantiene como algo imposible de conquistar para una mayoría de jóvenes. En su más reciente examen de ingreso (julio 2024), 143 mil 427 jóvenes presentaron la prueba y fueron aceptados únicamente 14 mil 151; de las 12 mil 466 solicitudes a la carrera de Médico Cirujano, se aceptaron nada más 184. (DGAE, 2024) ¿Cómo lidiar con esto desde la práctica profesional de la orientación?
Palabras clave: crisis estructural, matrícula universitaria, mercado laboral, orientación educativa.
Keywords: Structural crisis, university enrollment, working market, educational orientation.
De política y economía
Uno de los fundamentos de la democracia liberal se encuentra en el principio de igualdad entre las personas, pero el hecho de que en la mayoría de los países solo entre el 30 o 40 por ciento de las personas tengan acceso a la educación superior, crea una “élite masiva” que rompe con el sentimiento de igualdad democrática. El «… miembro de esa élite masiva que tiene estudios superiores, ya no respeta a las personas con educación primaria y secundaria… no puede evitar sentir que los valores de las personas con educación superior son los únicos legítimos». (Todd, 2024: 116).
Con la revolución científico-tecnológica en curso y la dinámica que ha impuesto el nuevo paradigma tecnológico, el mercado laboral trastoca sus fundamentos y exacerba sus contradicciones. El modelo económico −con su deriva financiera− no sirve para crecer, pero sí para especular y generar ganancias de la nada. Los grandes especuladores hacen bajar las acciones: compran barato y venden caro. (Ugarteche, 2013). Se inyecta dinero (D) en las bolsas y muchas veces, en cuestión de horas, se obtiene más dinero (D’), sin el entrelazamiento con el proceso productivo.
El modelo no sirve para crecer, sino para concentrar la riqueza en pocas manos. Si no se crece lo suficiente, malo y si además de lo poco que se crece, se hace en los nichos de bajo valor agregado, peor. (Fernández, 2017). Esto en concreto se traduce en plazas insuficientes en la economía real, lo que no permite incorporar a ella a los jóvenes que alcanzan la edad productiva, que en México es del orden de 1.3 millones de personas anualmente (World Bank, 2023).
Desarrollo de las fuerzas productivas
El bajo crecimiento era la normalidad del modelo, nada más que con la irrupción de la Inteligencia Artificial, el panorama laboral cambió. Nadie en su sano juicio puede estar en contra del avance de las fuerzas productivas, pero es un hecho que la innovación científica y tecnológica es profundamente disruptiva en cuestiones de trabajo y no hay modelo de compensación.
Lo anterior es importante por varias razones: una, porque en un mundo en el que todo o casi todo gira alrededor del trabajo, lo único que el modelo no garantiza es que las personas tengan una ocupación decente en la economía formal (Forrester, 1997); y, dos, porque la educación que es el factor crítico de movilidad, en países como México expone una suerte de élite privilegiada que puede competir y ganar uno de los pocos espacios disponibles en las grandes universidades públicas, federales y autónomas del país.
La educación superior
Las cifras no permiten ser optimistas en cuanto al principio de igualdad básica que priva en una democracia liberal. «La UNAM aceptó 14 mil 151 estudiantes, menos de 10 por ciento de los 143 mil 427 que se presentaron al examen…, fueron rechazados 129 mil 276, más de 90 por ciento». (Ballinas, 2024:7).
En todas las áreas del conocimiento hubo pocos espacios disponibles para los niveles de demanda registrados.
“Los solicitantes de las carreras del área 1 (ciencias de la computación, física, geociencias, ingeniería civil, matemáticas, computación, diseño industrial, ciencias de la tierra y física biomédica, entre otras), sumaron 31 mil 860 alumnos, y sólo fueron admitidos 3 mil 176, casi 10 por ciento. Las carreras del área 2 (biología, medicina, enfermería, ecología, odontología, sicología, química y farmacia, entre otras) fueron las más demandadas, con 61 mil 964 solicitudes, poco más de 45 por ciento, y apenas fueron aceptados 3 mil 171 estudiantes. Una cuarta parte de los alumnos que aspiraban a ingresar a una licenciatura eligieron el área 3, en la que se ubican las carreras de administración, derecho, economía, ciencias de la comunicación, sociología, relaciones internacionales y ciencias políticas y administración pública, entre otras. Presentaron la prueba 35 mil 940 alumnos y sólo fueron admitidos 5 mil 770. En el área 4, en la que se ubican las carreras de arte y diseño, artes visuales, estudios latinoamericanos, enseñanza de inglés, filosofía, historia, canto, composición, diseño y comunicación visual, entre otras, las solicitudes sumaron 13 mil 663 y fueron admitidos 2 mil 94 educandos. (Ballinas, 2024:7)”.
De lo económico a lo psicológico
Todo el sistema económico reconoce a las personas en función de su trabajo, pero cuando el trabajo es el factor escaso y no hay para todos, entonces tenemos un problema. Si las personas no tienen manera de emplearse en la economía real, pierden el sentido de su propio valor y esto los lleva a situaciones extremas. (Forrester, 1997).
En el proceso de disputa por un espacio en universidades como la UNAM, uno de los efectos que se genera entre algunos jóvenes que no alcanzan los puntos necesarios para quedarse en la opción que quieren es que, al no lograr su acceso a la universidad pierden las ganas de seguir adelante.
“Hay que cuidar a esos 130 mil estudiantes que no ingresaron a la máxima casa de estudios; primero que no haya suicidios…, han ocurrido por desaliento, por la falta de oportunidades, y segundo hay que estar atentos a que esos jóvenes no sean cooptados por el crimen organizado… se truncaron sueños, ilusiones, expectativas de vida… la UNAM debe replantear el examen de admisión. Primero analizar por qué las mujeres son excluidas. Sí, más de 50 por ciento de ellas quedan fuera, hay que ver por qué. (Meléndez, citado por Ballinas, 2024:7)”.
De la forma y el fondo
La cuestión de fondo no es solo de cupos, sino de formas, por lo que aparecen muchas preguntas: ¿Es el examen estandarizado de ingreso la mejor manera para asignar los espacios disponibles? ¿Hay otra manera de hacerlo sin afectar la condición de unos y beneficiar a otros? ¿Se puede sostener esta manera de acceder a la universidad sin trastocar el principio de igualdad básica de toda democracia liberal? Más aún, el examen de ingreso, tal y como funciona como mecanismo de selección de los mejores estudiantes, que nunca son los más sino los menos, ¿no está más cerca del funcionamiento de una oligarquía liberal que de una democracia?
De la naturaleza de las cosas
No estamos ante un problema técnico, sino político que tiene que ver con identidades de clase, porque el entorno social y el contexto de las y los estudiantes es importante en su proceso de aplicación del examen de admisión. ¿Se puede hablar de igualdad de oportunidades cuando jóvenes de distintos lugares, con muy diferentes trayectorias escolares se enfrentan al mismo examen? En esto, nuestro código postal acaba por definir el proyecto de vida.
Sí, hay un problema de cupo evidente que se gestiona hoy de esta manera; es decir a través de esta prueba, pero nadie aceptaría que está bien colocar en la misma posición de salida a personas con trayectorias escolares diferentes. Por otra parte, está el hecho de que la legislación no plantea esta ruta. El «…reglamento universitario no obliga a usar el examen estandarizado y, por el contrario, lo excluye. Pide que se use una prueba escrita y en el estandarizado nada debe escribirse, ni siquiera el nombre, se rellenan círculos. Cambios, por supuesto, dentro de las limitaciones de cupo». (Aboites, 2024:7).
Debemos preguntarnos si con lo que tiene la universidad puede ampliar la matrícula.
"El presupuesto de la UNAM se ha incrementado 55.98 por ciento en términos reales en los últimos 24 años. Para el ciclo escolar 2023-2024 contaba con 373 mil 682 alumnos, mientras que en 1999-2020 sumaron 255 mil 226. Es decir, para el año escolar que acaba de concluir tenía 118 mil 460 más que 24 años atrás. Lo anterior muestra que el presupuesto y la matrícula no han crecido de igual forma en los últimos años. (Alegría, 2024:9)”.
Si fuera posible atender todas las necesidades con los presupuestos ideales, esto sería el paraíso. Pero no lo es. En la vida real se opta entre inconvenientes en un escenario permanente de restricciones.
El proceso de cambio
Bajo esta perspectiva, tenemos que el proceso de cambio en México se mueve ya en dirección a recuperar ese sentido original de igualdad básica que dio origen a las democracias liberales y a cerrar las rendijas por las cuales se coló, durante las últimas cuatro décadas, la desviación oligárquica de la democracia.
Esa desviación, por un lado, y el vacío que deja la búsqueda de sentido, por el otro, fortalecen la idea de que el futuro ya no es como era. «Estamos en la Era de una globalización completa, en los dos sentidos de la palabra: máxima y acabada». (Todd, 2024: 14). Proliferan las creencias sustitutivas, «…generalmente ideologías políticas fuertes que organizan y estructuran a los individuos del mismo modo que lo hacía la religión». (Todd, 2024: 121).
Está, por supuesto el otro extremo, ese que hace al Estado el origen de todos los males, por lo que se achica y tiende a desaparecer. Es la apuesta del Estado cero, en el que el régimen le devuelve al individuo la responsabilidad de gestionar su propia existencia, sin subvenciones públicas de ninguna clase. El ejemplo típico es la Argentina de Milei.
Igualdad de acceso e igualdad de resultados
El contraste que ofrecen los datos alrededor del examen de ingreso a la UNAM deriva en cuestiones sensibles que oponen a la élite masiva, el enorme grupo de rechazados. El primero tiene que ver con el puñado de jóvenes que logran acceder a la educación superior; el segundo, se enlaza de manera automática con las contradicciones del subsistema de educación superior y que se sintetizan en lo anticlimático que resulta el examen estandarizado de ingreso, que iguala a los desiguales. «El examen de admisión a la UNAM no es un filtro de la calidad educativa sino una llave de rechazados, que fluye al gran negocio neoliberal de universidades privadas patito, o de parados educativos, que van a intentarlo de nuevo, tras un curso milagroso y caro». (Colín Chávez, 2024:37).
Hay algo perturbador en el contexto: lejos de acercarse al ideal democrático de igualdad básica, la realidad sugiere la ampliación de todas las brechas, «… empeorando las condiciones materiales y el acceso al empleo… de las propias clases medias». (Todd, 2024: 116).
El principio liberal democrático observa la regla de la mayoría con férrea protección de las minorías: Pero «…la protección de las minorías se ha convertido en una obsesión. Solemos pensar en los oprimidos, los negros o los homosexuales, pero la minoría más y mejor protegida en Occidente es sin duda la de los ricos, ya representen el 1% de la población, el 0.1% o 0.01%». (Todd, 2024: 117).
La práctica profesional de la Orientación Educativa
De este escenario crítico surgen una serie de preguntas: ¿Qué efectividad tiene la práctica profesional de la orientación en la elección de carrera?, ¿qué responsabilidad comparte la Orientación Educativa en la crisis que se manifiesta en la distribución de la matrícula escolar en el nivel de la educación superior?
Más que ofrecer respuestas contundentes y absolutas, resulta de la mayor pertinencia proponer un conjunto de tesis analíticas o dispositivos que problematicen y le den contexto a las causas sociales, económicas y educativas existentes entre la educación superior y los mercados de trabajo profesional.
Tesis 1:
La práctica profesional de la orientación, dirigida al binomio vocación-carrera, desde el surgimiento y desarrollo de las políticas neoliberales, ha fracasado, debido entre otras causas, a la concepción pragmática, actuarial e instrumental de su operación. Se ponderó que principios de la modernidad, como: a) la elección libre, b) el principio tayloriano: The best man in the best position y c) la narrativa éthico puritana del individualismo mantendrían su vigencia en la sociedad y la posmodernidad en el siglo XXI, pero no fue así. Hoy, las y los orientadores nos enfrentamos a las contradicciones y limitaciones del modelo económico y sus efectos sobre la educación superior, con la agravante de una matrícula que, en países como México, crece menos que la demanda.
Tesis 2
La concepción instrumentalista sobre la que se desarrolló la orientación vocacional y profesional, basada en una psicometría y en un humano relacionismo prototípicos de la sociedad industrial de la segunda etapa del siglo XX, se mantiene ajena al desarrollo de las grandes tecnologías globales (cibernética, informática, mecatrónica, inteligencia artificial, etcétera) y de la sociedad del conocimiento; insumos que han modificado radicalmente el trabajo profesional. Hoy, en el terreno estrictamente de la Orientación Educativa gana terreno la inercia de lo que fue, pero que ya no es; sin embargo, la estructura la mantiene a flote a partir de un principio jerárquico que desconoce la realidad.
Tesis 3
Una tesis o dispositivo histórico
relevante ha sido la ausencia de una política pública que genere
mejores condiciones para abatir el grave problema de la distribución
de la matrícula universitaria. Esta situación representa una
problemática compleja y estructural, que es posible enfrentar
mediante la generación de conocimiento. Centros e institutos de
investigación y, en particular la Dirección General de Orientación
y Atención Educativa, están llamados a jugar un papel relevante en
el desarrollo de planes, programas y proyectos de orientación que
incidan en los procesos de elección de carrera. Lo anterior no solo
a través de información y asesoría, sino de orientadores
educativos formados en la complejidad.
En el esfuerzo por definir políticas
públicas en materia de orientación existen dos antecedentes que
vale la pena rescatar. El primero operó entre los años 1969-1972:
el Servicio Nacional de Orientación Vocacional (SNOV); el segundo
funcionó en el gobierno de Miguel de la Madrid: el Sistema Nacional
de Orientación Educativa (SNOE). Estos organismos públicos de
carácter federal tuvieron presupuestos importantes, lo que se
reflejó en las direcciones estatales de planeación para su
ejercicio. Al paso de los años, tanto el SNOV como el SNOE,
desaparecieron ante la indiferencia de la comunidad de orientadores y
orientadoras.
Conclusiones
Las llamadas democracias liberales son en realidad desviaciones que han encarnado en portentosas oligarquías. La triada angloamericano-francesa que inventó la democracia liberal, hoy está en decadencia. En muchos países autodeclarados democracias liberales operan portentosas oligarquías. Esto en el terreno de la educación superior se traduce en la existencia de una “élite masiva” bien educada que en principio niega esa igualdad democrática básica. En México, los resultados del más reciente examen de ingreso a la UNAM dan cuenta de una realidad contrastante, compleja y reveladora de las brechas sociales existentes, que impiden que se materialice, en favor de las y los jóvenes del país, la igualdad que subyace a las democracias liberales.
En un contexto de declive de la potencia hegemónica occidental y ante profundos procesos de cambio interno se modifican las expectativas de las y los jóvenes y sus maneras de ver el mundo. Su construcción de futuro reclama modelos de intervención para una época no únicamente de crisis, sino de caos, incertidumbre y vacío.
De los problemas económicos se transita a los propiamente psicológicos y viceversa. Hoy, la práctica profesional de la orientación demanda una visión dialéctica de las cosas, entendida como la combinación de la historicidad y la totalidad de los fenómenos y de sus significados.
La práctica de la orientación profesional está rebasada por la realidad. El principio burocrático de la jerarquía ha hecho más por la inercia de las cosas que por la innovación del subsistema de orientación y por su cambio. En el fondo no se repara que una buena práctica profesional de la orientación es un área sensible en la construcción de futuro de las y los jóvenes universitarios.
Aboites, H. (2024), “Académicos temporales, examen único: UAM y UNAM” en La Jornada. México, julio 20, 2024, p.-7.
Alegría, A. (2024), “En 24 años, presupuesto de UNAM creció 56% y su matrícula 46%” en La Jornada. México, julio 20, 2024, p.-9.
Ballinas, V. (2024), “Fueron rechazados más de 90% de los aspirantes a una licenciatura de la UNAM” en La Jornada. México, julio 19, 2024, p.-7.
Colín Chávez, R. (2024), “Piden a Sheinbaum libere acceso a la UNAM” en La Jornada. México, julio 20, 2024, p.-37.
Fernández, V. (2017), La trilogía del erizo-zorro: redes globales, trayectorias nacionales y dinámicas regionales desde la periferia. España: Anthropos.
Forrester, V. (1997), El horror económico. México: FCE. Colección Sociología.
Muñoz, et al (1993). “Estado del Conocimiento de la Orientación Educativa en México1981 – 1992”, en el ejemplar No. 5 de las Memorias del Congreso Mexicano de Investigación Educativa, SEP, México.
Muñoz, R.B, (2013). “La posmodernidad en la Orientación Educativa”, en Revista Academicus, Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca, México.
Todd, E. (2024), La derrota de Occidente. Traducción de José Weissdorn. Primera edición. México: Ediciones Akal.
Ugarteche, O. (2013), La gran mutación. El capitalismo real del siglo XXI. Primera Edición. México: Instituto de Investigaciones Económicas. UNAM.
World Bank. (2023), Jobs umbrella multidonor trust fund. Anual report 2022-2023. Washington, D.C.