Autora: Mtra. Issis Yolotzin Alvarado Sánchez
Sección: Experiencias
El presente escrito tiene la intención de narrar la experiencia vivida en el curso extracurricular para alumnas El Aquelarre Científico: de brujas a mujeres profesionistas en STEM (Alvarado-Sánchez, 2020), un espacio académico en la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Vallejo (CCH Vallejo), que brindó orientación educativa con perspectiva de género a 30 jóvenes con el fin de atender algunas causas de la brecha de género en el área de las Ciencias, la Tecnología, las Ingenierías y las Matemáticas (STEM).
El escrito comienza exponiendo los orígenes y la necesidad del Aquelarre Científico, posteriormente profundiza en las características del curso y los resultados obtenidos y concluye mencionando los logros y las áreas de oportunidad.
A manera de historia
Las actividades extracurriculares son oportunidades para desarrollar habilidades y profundizar en aprendizajes asociados a los programas de estudio y, si son intencionados de esa manera, pueden brindar orientación educativa e, incluso, contribuir a resolver problemas como la brecha de género en STEM ─acrónimo en inglés de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas─.
Mi experiencia en estos rubros me llevó a notar que las alumnas mostraban mayor interés y permanencia en estas actividades y que, a pesar de estar haciendo ciencia escolar, expresaban continuamente “no sentirse suficientemente buenas para la ciencia”. ¿Por qué alumnas con altos promedios académicos y buenos desempeños en sus clases no se consideraban “buenas” para la ciencia?
En pláticas informales dejaron ver la falta de orientación educativa respecto a carreras científicas y sus campos de estudio, así como la ausencia de espacios donde puedan acercarse a estas carreras. Así, en uno de los laboratorios de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Vallejo, entre matraces, micropipetas y orugas, surgió el Aquelarre Científico, espacio académico que pretende el acercamiento de las jóvenes al área de STEM.
Los perfiles de las carreras STEM son los más demandados por las empresas, los más aptos para desarrollarse en la era digital y los mejor remunerados (Lucía Morales, 2021). Existen 2.5 ofertas de empleo para alguien con formación STEM por cada uno no relacionado con esta área y tienen sueldos 26% superiores al resto (Arredondo Trapero, 2019).
A pesar de su relevancia presente y futura, existe una baja participación de las mujeres en esta área, denominada brecha de género en STEM, lo que representa una desventaja social, educativa y económica para ellas.
Rescatamos la idea de la reunión de las brujas ─mujeres científicas con saberes en plantas, fertilidad, ciclos de la tierra, instrumentos y métodos─ (Blázquez-Graf, 2011), bajo la cual el Aquelarre Científico busca ser un espacio en el CCH que contribuya a la igualdad de género que se persigue en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); asimismo, pretendemos que se atiendan algunas de las causas de la brecha de género en STEM al brindar orientación educativa y crear espacios de acercamiento positivo de las alumnas con estas áreas.
En su primera edición oficial, el Aquelarre Científico cobró vida a manera de curso extracurricular denominado El Aquelarre Científico: de brujas a mujeres profesionistas en STEM.
Hagamos magia: características y formas de trabajo del curso
El Aquelarre Científico: de brujas a mujeres profesionistas en STEM fue un curso extracurricular ─con una duración de 40 horas de trabajo en línea─ durante la pandemia por COVID-19, cuyo objetivo fue: atender algunas causas de la brecha de género en STEM mediante la interacción de un grupo de alumnas de bachillerato con mujeres profesionistas en las áreas de STEM y expertas tanto en orientación educativa como en temas relacionados con la equidad de género.
Este curso reunió a 30 estudiantes de bachillerato, 11 investigadoras de STEM de nueve facultades de la UNAM y una orientadora de la Dirección General de Orientación y Atención Educativa (DGOAE), además de cuatro profesionistas independientes y cinco mujeres pertenecientes a colectivas feministas. También participaron siete exalumnas del CCH Vallejo en los primeros tres semestres de licenciaturas STEM y del área de la salud, dos alumnas como monitoras del curso y cinco profesoras organizadoras.
Las actividades realizadas fueron 12 charlas y ponencias de mujeres profesionistas y un conversatorio con estudiantes de STEM y el área de la salud. Además, se contó con un taller de elección de carrera con perspectiva de género impartido por personal de la DGOAE, tres pláticas y dos talleres con colectivas y activistas feministas que contribuyeron a fortalecer aspectos de la elección de carrera.
Para la evaluación del impacto del curso se realizó un cuestionario pre y postest de ocho preguntas cerradas y abiertas (Alvarado-Sánchez, et. al. 2021).
Resultados: características de las alumnas participantes en el Aquelarre
En el curso participaron 30 alumnas de bachillerato, el 56.3% estaba inscrito en el CCH y el resto pertenecía a alguno de los subsistemas de diferentes estados de la República Mexicana y de Ecuador. El 87.6% de las alumnas estaban inscritas en el segundo y tercer año de bachillerato y el 87.5% expresaba deseos de estudiar una carrera STEM.
Percepción de la brecha de género en STEM
La comparación de los resultados indica que al final del curso hubo un incremento del 25% en el número de participantes que identifican la problemática de brecha de género. Este mismo porcentaje fue el que transitó de no saber qué era la brecha a sí conocer del tema.
Las alumnas registraron un incremento del 12.5% en la percepción de que las mujeres y los hombres tienen las mismas oportunidades para estudiar y ser profesionistas en STEM. Lo anterior puede ser reflejo de que las actividades desarrolladas en el Aquelarre fortalecieron el autoconcepto de las alumnas y favorecieron la idea de que las mujeres tienen las mismas capacidades para involucrarse en estas carreras, como se muestra en la Tabla 1.
Tabla 1. Percepción de la brecha de género. Muestra la percepción pre y postest acerca de la brecha de género. Elaboración propia.
Modelos femeninos en STEM
Los resultados indican que el Aquelarre contribuyó positivamente a tener más modelos femeninos en el área de STEM, e incrementó el porcentaje de mujeres ─en esta misma área─ que las alumnas conocían al término del curso; es decir, que las charlas con las investigadoras invitadas cumplió con el objetivo establecido, como puede observarse en la Tabla 2.
Tabla 2. Modelos femeninos en STEM. Muestra los resultados del pre y postest acerca del conocimiento de modelos femeninos en el área STEM. Elaboración propia.
Desmitificación de las carreras STEM
Los mitos que más reportaron las alumnas fueron:
Vinculadas al campo laboral
“Si me dedico a la investigación me voy a morir de hambre”.
“En México no se puede hacer ciencia”.
Características intelectuales de las personas que se dedican a carreras STEM
“Estas carreras solo son para genios”.
La mayoría de las alumnas expresaron que, después de su participación en el Aquelarre, pudieron reducir “bastante” los mitos sobre el área STEM, lo que podría reflejarse positivamente en la elección de carrera.
Tabla 3. Desmitificación de las carreras STEM. Muestra los resultados postest acerca de la percepción de las alumnas al finalizar el curso. Elaboración propia.
Identificación de estereotipos y mandatos de género asociados a las STEM
En este apartado las ideas comentadas con más frecuencia fueron:
50%: “Las mujeres no somos buenas en matemáticas”.
25%: “Las carreras de esas áreas (STEM) son solo o preferentemente para hombres”.
25%: “No hay mujeres exitosas en esta área (STEM)”.
Ortos comentarios fueron:
“Existe mucho más acoso en esas carreras porque hay más hombres”.
“Al dedicarte a la ciencia tienes que renunciar a tu vida o a tu familia”.
“Las mujeres no deberían estudiar si se van a dedicar a la casa” y,
“Las mujeres no triunfan en esa área”.
Los resultados muestran que los estereotipos y los mandatos de género persisten e influyen en la elección de carrera. Para estudios posteriores se sugiere profundizar en el tema, a fin de determinar hasta qué punto ocurre esto.
Si bien en el Aquelarre se habló sobre algunos de estos aspectos, es necesario ahondar en ellos y darles atención.
Oferta académica de la UNAM: aspectos para elegir carrera
Al finalizar el curso se identificó un incremento acerca del conocimiento de las alumnas respecto a la oferta académica de la UNAM: 25% calificó dicho conocimiento como “mucho” y el 31.3% como “algo”. A su vez, un mayor número de alumnas reportó conocer los elementos para la elección de carrera en el postest: de 6.3% a 87.5%, como se muestra en la Tabla 4.
Los cambios en las respuestas destacan la importancia de las actividades de orientación educativa con perspectiva de género, e informativas para la atención de este tipo de problemáticas.
Tabla 4. Conocimiento de la oferta académica de la UNAM. Muestra los resultados del pre y postest acerca del conocimiento de las alumnas sobre la oferta académica de la UNAM. Elaboración propia.
Por más mujeres en el área de STEM
Al indagar sobre si el trabajo realizado en el Aquelarre Científico contribuyó a que las alumnas repensaran su participación en algunas de las carreras STEM, el 68.8% reportó que “bastante” y el 12.5% que “mucho”, como se muestra en la Tabla 5.
Tabla 5. Impacto del Aquelarre científico.Muestra los resultados postest acerca del impacto del curso en las alumnas. Elaboración propia
Los resultados permiten presentar la relevancia de proyectos de intercambio entre investigadoras y alumnas para incentivar su acercamiento a las áreas y carreras STEM.
Conclusiones
El Aquelarre Científico: de brujas a mujeres profesionistas en STEM fue un curso extracurricular que buscó atender algunas causas de la brecha de género en STEM y, con ello, contribuir a la promoción de la igualdad de género en la UNAM. Es el primero de su tipo en el CCH y se suma a otros esfuerzos institucionales que atienden esta problemática.
Su implementación en línea logró reunir a 30 estudiantes mexicanas de diferentes partes del país y extender su impacto hasta Guayaquil, Ecuador. Contó con el apoyo de profesionistas, investigadoras, docentes, estudiantes, expertas y colectivas feministas de la UNAM ─y fuera de ella─ que se preocupan y ocupan en contribuir a una vida más justa y equitativa para las jóvenes y las mujeres.
Esta experiencia deja al descubierto lo valiosos que son los espacios de interacción entre profesionistas, estudiantes de licenciatura y del nivel medio superior para la orientación educativa y la atención de algunas causas de la brecha de género en STEM.
La labor de hacer visibles modelos femeninos, desmitificar estas carreras, atender los estereotipos y los roles de género que limitan la participación de las alumnas en estas carreras, así como conocer la oferta educativa de una institución, todo esto contribuye positivamente al acercamiento de las jóvenes al STEM.
El trabajo revela la oportunidad de continuar con proyectos de este tipo en los que se atiendan intencionalmente dudas referentes al campo laboral en el área de STEM, así como los roles y estereotipos de género y las ideas asociadas a la autopercepción de las habilidades y capacidades de las alumnas para desarrollarse en este campo de estudio.