Experiencias

Superando las barreras geográficas y temporales en la Orientación Educativa: El COE en línea

Autora: Dra. Wendy Abigail Bautista Montoya ¹

Introducción

Durante la emergencia sanitaria que sacudió al mundo entero a finales del 2019 nuestras vidas cotidianas se transformaron entre la adaptación al cambio, el confinamiento que agudizó las relaciones interpersonales hacia nuevos escenarios en los cuales no había oportunidad de asimilar las nuevas exigencias de aprendizajes más que de una manera disruptiva.

La adopción y el uso de una amplia variedad de plataformas, aplicaciones, gadgets, entre otros, hizo de nuestros hogares el home office, en donde acompañados de la escuela en casa, videoconferencias de planeación laboral, capacitación sobre los recursos web, los horarios laborales y escolares empezaron a desdibujarse y nos adaptamos a la cotidianeidad en línea: a la vista imprevista de familiares, mascotas; a identificar horarios en los que el grito popular estaba presente en los tamales, la compra de ropa usada, colchones, el gas, la basura y, por si fuera poco, desaparecer o quedar congelados en ocasiones derivado del tráfico de nuestro servicio de internet, o bien de la sobrecarga de conexiones al interior de los hogares.

Ante esta situación, surgieron las interrogantes: ¿Cómo acompañar a los jóvenes en medio de esta situación inédita? ¿Cómo orientarlos para la elaboración de sus proyectos personales? ¿Cómo seguir acompañando su elección de carrera?, sobre todo considerando un elemento adicional: La ansiedad como una respuesta típica o común al atravesar un tiempo de confinamiento en donde la orientación educativa debía situarse en un nuevo paradigma en el que convergen, por un lado, la evolución del mundo socioeconómico y el desarrollo individual de las personas. Como consecuencia, en la Dirección General de Orientación y Atención Educativa (DGOAE), surgieron diversas acciones para buscar la continuidad y no detenerse, lo cual también ofreció una oportunidad para reinventarse ante la forma en la que se venían desarrollando diversas actividades, cambiando con ello las modalidades de la orientación y la reformulación en la atención de las necesidades de los usuarios del Centro de Orientación Educativa (COE) de la DGOAE, mediante el uso y aplicación de recursos web.

Con un alto enfoque orientado a la creatividad, la flexibilidad, y la movilidad se echaron abajo los paradigmas. Derivado de la situación antes descrita, es conveniente definir qué son los Recursos WEB. De acuerdo con Sotelo (2015), son parte de la Web 2.0 al describirlos como herramientas confiables que interactúan dentro del proceso educativo, tales como: blogs, wikis, podcast, redes sociales y mundos virtuales, slideshare, YouTube, mapas y redes colaborativas, plataformas virtuales y foros, entre otros. La mayoría de estas plataformas permiten integrar de una forma fácil los servicios comunes en la Web e interactuar con los recursos externos para extender la cantidad y la calidad de los servicios educativos.

Para ello se realizan tres fases (Sotelo, Ordoñez y Solarte, 2015):

1. Caracterización: De las posibles tecnologías de integración para ser usadas.
2. Análisis: De los recursos Web que prestan servicios educativos y pueden ser integrados a las plataformas, y finalmente
3. Identificación: De algunos aspectos de estructura de la plataforma relevantes para la integración.

El incremento en el uso de las redes sociales para difundir los servicios y la implementación de las videoconferencias le ha permitido diversificar su alcance a un público que, por un tema de distancia (antes de la pandemia), no podía acceder a la orientación individual, al ser esta únicamente en modalidad presencial. A la necesidad de un mayor uso de los recursos web Gavilán (2020) la define como una virtualidad disruptiva, ya que surge como contingencia ante el estado de emergencia sanitaria.

En el caso de la DGOAE, un objetivo claro desde el inicio de la pandemia fue la búsqueda de estrategias que permitieran dar continuidad a las actividades y los proyectos programados previamente para atender a nuestra población objetivo. El trabajo colaborativo y multidisciplinario fue clave para lograrlo; en el COE se desarrolló, en conjunto con la Dirección de Apoyo Técnico, una estrategia de multimedios para dar respuesta a las necesidades de los usuarios en cuanto a la construcción de sus proyectos profesionales, toma de decisiones informadas, así como de estrategias de afrontamiento ante diversas transiciones.

Con ello el COE pudo ampliar la oferta a distintos sectores poblacionales, sobre todo de zonas alejadas, permitiendo, a su vez, la posibilidad de replantear la oferta de talleres y sus contenidos temáticos con herramientas más atractivas e interactivas, así como brindar un acompañamiento socioemocional integral en atención a la variable del aislamiento, como consecuencia de los confinamientos.

La pandemia ofreció tiempos de cambios profundos y la posibilidad para que surgiera el COE en línea, servicio de atención integral donde un equipo multidisciplinario de profesionales de la orientación realiza una intervención personalizada con el objetivo de otorgar un seguimiento puntual a cada uno de los casos. El COE en línea tiene como base la aplicación de la tecnología y funciona mediante el registro de las necesidades de los usuarios, donde se asignan citas que son canalizadas a los orientadores para brindar el apoyo en diferentes temáticas que van desde el vocacional, profesional, laboral, escolar hasta el personal.

El COE en línea es un sistema de atención en el cual participan 38 orientadores académicos de la DGOAE, 8 consejeros de la Facultad de Psicología, 12 practicantes de Psiquiatría de las Facultades de Psicología y Medicina de la UNAM, 5 integrantes del área de información del COE y 3 enlaces de las áreas que integran la DGOAE: Becas, Servicio Social y Bolsa Universitaria de Trabajo. Gracias al trabajo colaborativo se ha logrado impactar a más de 7,500 usuarios durante el periodo enero 2021 a marzo 2023. Del total de usuarios del COE, un 70% son alumnado de los niveles bachillerato, licenciatura y posgrado, un 20% corresponden a profesorado, padres y madres de familia; mientras que el 10% son tutores y personas orientadoras tanto de la comunidad universitaria como del Sistema Incorporado y de otras instituciones públicas y privadas.

No obstante, a pesar de las dificultades y lo disruptivo de la situación, los orientadores de la DGOAE han ido adaptando sus prácticas a los entornos virtuales; a partir de la tecnología y el conocimiento se generó valor y crecimiento por lo que, de manera simultánea, fueron desarrollando competencias específicas para su uso y ajustaron metodologías, contenidos y dispositivos (Solana, 2020). Sin embargo, cabe aclarar que las herramientas tecnológicas no sustituyen la presencia del orientador como acompañante y motivador de cada experiencia vivida por los jóvenes en sus procesos de transición, ya que la interacción cara a cara propicia un intercambio subjetivo que invita a la reflexión, la revisión y a la contención ante las emociones frente a la incertidumbre o los temores, como lo señala Gavilán (2020) en su análisis La Orientación entre la pandemia y el futuro.

La Orientación Educativa, que se desarrolla en el COE, requiere de información y formación para articularse con otros agentes educativos y actores sociales e instituciones. Sus funciones hoy más que nunca son dinámicas y se encuentran en un continuo desarrollo; es decir, son una fuente de formación puesta al servicio de la comunidad de fácil acceso gracias a la cobertura, asincronía y posibilidades que caracterizan a la modalidad a distancia.

A su vez, la experiencia exitosa en el desarrollo e implementación de estos recursos web ha abierto la posibilidad de nuevos espacios formativos bajo este esquema para atender las distintas necesidades encontradas en la población. En este contexto, las nuevas tecnologías han tenido mayor uso y presencia en las diversas áreas de las instituciones educativas, siendo empleadas en un intercambio de conocimientos y aprendizaje, tanto en lo presencial como a distancia; permiten, a su vez, atender diferentes temáticas y problemáticas presentes en sus procesos, tales como el acompañamiento, la asesoría, la resolución de dudas, la solicitud de información, los aspectos emocionales, la economía como referencia contextual de una posible decisión, entre otros. Se han convertido en un soporte fundamental de interacción e instrucción en beneficio de un mayor número de personas.

Por su parte, Solano (2015) argumenta que se puede pensar que se favorece con ello la construcción de conocimiento, al contar con mayores recursos en favor del devenir implícito en la toma de decisiones, ya que implica un compromiso para intervenir en un espacio social en donde el acompañamiento al joven involucra un trabajo de apropiación de nuevos códigos, modos de lectura y escritura de textos, costumbres y lenguaje.

A fin de acortar distancias y para que una mayor población tenga acceso a sus servicios fue implementado el sistema denominado COE en línea con el propósito de otorgar orientación especializada, a cargo de una persona orientadora a través de distintos medios o plataformas; se ofrecen además talleres formativos en orientación en línea gracias al uso y aplicación de diferentes plataformas digitales de fácil acceso. El trabajo de difusión mediante redes sociales se ha incrementado ante la demanda de atención a usuarios que no cuentan con la posibilidad de asistir presencialmente hasta las instalaciones físicas.

El COE además se ve potenciado por el uso de redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y el correo electrónico. Su campo de acción se ha diversificado al considerar a otras poblaciones que intervienen en los procesos que afectan a la juventud: los padres y madres de familia, el profesorado, las personas orientadoras y la familia como tal, además del alumnado y personas egresadas de la UNAM.

Las y los orientadores han promovido el uso de los recursos tecnológicos en sus intervenciones y facilitado en este tiempo de contingencia el acompañamiento a cada persona a la que orientan, para así ayudarles a construir las herramientas que les permitan convertirse en sujetos autónomos de sus decisiones y ser protagonistas en la elaboración de sus proyectos de vida (Sobrado, Ceinos y García, 2012).

La educación de calidad es la que forma mejores seres humanos.

Como parte de los pendientes a desarrollar o fortalecer dentro del COE se encuentran los siguientes:

• Mejorar la interactividad con los usuarios en cursos, talleres y conferencias.
• Desarrollar la autonomía y responsabilidad sobre la definición del perfil profesional en los jóvenes que, más allá de elegir una carrera, es más importante encauzar a tiempo su perfil profesional con base en más factores que lo determinan, como la economía, las políticas públicas y la movilidad estudiantil en la proyección de las ideas.
• Fomentar la seguridad y confianza en el alumnado.
• Formalizar un modelo de atención a usuarios del COE, y
• Potencializar el trabajo colaborativo entre las distintas instancias educativas a favor de los jóvenes.