REFLEXIONES Y VISIONES

Aprendizaje e innovación disruptiva en los entornos sociales de educación

Mtro. Rubén Durán Soto 1

Resumen

Se presenta un análisis de los escenarios actuales de educación a nivel superior, así como una revisión y propuesta de inclusión de las tecnologías digitales para el diseño, integración y promoción de entornos de aprendizaje híbridos ante los escenarios disruptivos que la sociedad ha enfrentado en los últimos años.


Palabras clave: educación, aprendizaje, disrupción, tecnologías digitales

Key words: education, learning, disruptive, digital technologies


Introducción


Durante el presente siglo las transformaciones sociales han continuado su proceso de incorporación a la dinámica y ritmo de vida de las personas; con ello se ha logrado visibilizar una nueva sociedad plagada de novedosos espacios y mecanismos de interacción entre los individuos. Estos recursos han permeado la manera de comunicarnos, organizarnos, trabajar y aprender. De esa forma también se han creado escenarios −físicos y virtuales− que antes no se habían visibilizado. En la presente Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC) las personas están inmersas en una época de grandes expectativas y múltiples posibilidades de interacción, todo ello acompañado de algunos temores que vislumbran posibilidades para grandes revoluciones e involuciones.

En la actualidad, las universidades como centros donde se genera el conocimiento están identificando limitaciones para ofrecer escenarios de aprendizaje efectivos, permanentes y acordes con las necesidades sociales, y los requerimientos impuestos por los modelos económicos y perfiles laborales que demandan las empresas en la era digital.

Se ha reconocido que las tecnologías digitales y el aumento de oferta de educación virtual y a distancia constituyen una oportunidad para rediseñar los métodos y la forma en que se configuran las clases, ya que deben considerarse necesidades particulares de los estudiantes, docentes y gestores de proyectos educativos, pero también las condiciones particulares, culturales y sociales de las comunidades donde se incorporan estas dinámicas.

Es así como las instituciones educativas, y de otros sectores, adoptan modelos híbridos que combinan la enseñanza tradicional o presencial con la instrucción en línea dando forma a modelos educativos flexibles, y a proyectos innovadores de aprendizaje.

El desarrollo de habilidades digitales y la validación de competencias actualizadas que demandan los estándares internacionales en procesos de docencia y enseñanza han obligado a instituciones y responsables de programas educativos a buscar alternativas para fortalecer los perfiles y cuadros de su planta docente y académica, pero también a buscar la actualización de procedimientos y servicios en áreas como la orientación educativa, actividades culturales, recreativas y de formación de competencias técnicas.

En este escenario, el desarrollo de proyectos que pretendan enriquecer y trasladar los programas formales y complementarios hacia ambientes no presenciales o híbridos se ha vuelto cada vez más una necesidad social e institucional.

Desarrollo


La UNESCO sostiene que el 50% de las universidades en Europa implementaban modelos de hibridación educativa desde el año 2015, mientras que en América Latina aun en la actualidad existen medidas restrictivas a nivel normativo sobre este tipo de inclusión.

La educación disruptiva se relaciona con las innovaciones que originan un nuevo mercado de valor donde se rompe, sustituye o desplaza lo existente hasta ese momento.

Del mismo modo, el aprendizaje digital −nueva versión de la educación a distancia− supone una disrupción educativa porque plantea un cambio drástico de soportes y métodos, pero también porque progresivamente va ganando espacio a los formatos convencionales (García, 2017).

La reformas y transformaciones políticas y sociales, los nuevos escenarios de aprendizaje, las metodologías y jerarquías educativas establecidas en las instituciones, así como la evolución de las Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento (TAC) son un marco ideal para impulsar innovaciones disruptivas, que propicien el desarrollo de nuevas formas de aprendizaje.

La educación disruptiva promueve la introducción de innovaciones y avances en los procesos educativos mediados por las tecnologías evolutivas, ya que estas también se han adaptado a los usos del estudiantado y la docencia. Es todo un camino recorrido desde las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), a las TEP (Tecnologías del Empoderamiento y la Participación) hasta llegar a las TAC (Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento).

La universidad híbrida debe visibilizarse como una institución libre en la organización de sus contenidos que flexibilice las estrategias de aprendizaje, sin limitaciones burocráticas o académicas, que promueva la inclusividad (personalización) de dichos aprendizajes, que busque la excelencia de los procesos de aprendizaje individuales y/o colaborativos (Farnos, 2021).

Sociología de la educación


Ante estos escenarios, y superadas ya las teorías clásicas de la Sociología, se hace una revisión de la concepción funcionalista del sistema escolar, donde las escuelas, universidades y centros de estudio serían las instituciones específicas con potencial para satisfacer los requerimientos laborales, los perfiles profesionales y la homogeneización moral e ideológica de las y los ciudadanos.

Las teorías de la reproducción se han asociado en los últimos años por su insistencia en la dominación social y su relativa negligencia de la capacidad que tienen las personas para resistir estas formas de control social y actuar de una forma autónoma y creativa.

Mientras que el objetivo principal del modelo de la reproducción es asimilar el funcionamiento de las instituciones que imponen determinadas pautas de conducta sobre el individuo, las teorías de la resistencia insisten en la capacidad del individuo para reinterpretar creativamente las normas y los valores establecidos. No se busca negar la existencia de las instituciones, ni el poder que ejercen sobre las personas, pero aseguran que, a pesar de ello, la mayoría está equipada con suficientes recursos para hacerles frente.

En todos los ámbitos sociales, incluido por supuesto el espacio educativo, el individuo tiene un margen de maniobra importante para actuar según su propia voluntad.

Como representantes de la reproducción, Foucault y Bourdieu, escapan de la visión estructural y buscan acentuar el papel de las estructuras sociales. En el caso de Bourdieu, la creatividad y la originalidad dependen de la interiorización de ciertas estructuras sociales externas al individuo. (César, 2006)

Tecnologías de aprendizaje de vanguardia


En el presente contexto económico y social las tecnologías digitales han promovido el surgimiento de nuevos estilos de estudio y trabajo; el rol que han representado ante la etapa de distanciamiento social que viven las sociedades abre la necesidad de configurar alternativas de continuidad en los programas de enseñanza presenciales para enriquecerlos con recursos didácticos digitales, así como el diseño de actividades de aprendizaje y de evaluación en entornos basados en la nube. Específicamente se identifica también la imperante necesidad de fortalecer las competencias en el ámbito educativo de los docentes de nivel superior.

Para incorporar a las y los ciudadanos en escenarios innovadores del siglo XXI se requiere promover una educación superior enmarcada en la sociedad del conocimiento, centrada en el estudiante, más personalizada, con apoyo de la tecnología, que fomente el pensamiento crítico, la creatividad, y la formación a largo plazo y fuera del aula.

Las innovaciones disruptivas visibilizan a los estudiantes como responsables de su aprendizaje, valoran la personalización en los ritmos de aprendizaje, proponen la incorporación de un currículo abierto y accesible que ofrezca una formación completa.

Lo que en la actualidad identificamos como las tecnologías de aprendizaje de vanguardia difieren significativamente de lo que se utilizaba hace apenas una década. Los docentes y estudiantes están cambiando también, ya que sus prácticas son moldeadas por el entorno tecnológico; para ellos las tecnologías como dispositivos digitales para fotografía y video siempre han existido y, sin embargo, los procesos que utilizamos para desarrollar espacios de aprendizaje potenciado por la tecnología no han cambiado significativamente en las últimas décadas.

Entonces, si las tecnologías evolucionan y por su uso están ligadas directamente a la dinámica social y comercial que se vive diariamente, ¿por qué las instituciones y los profesionales de la educación seguimos realizando y promoviendo las mismas actividades de aprendizaje, en los mismos espacios y escenarios que se han ocupado desde hace decenas o cientos de años?

Ya hemos vislumbrado que las aulas físicas no son la única forma de promover escenarios para enseñar, orientar y aprender; mientras se siga suponiendo que el aula es el principal sitio de aprendizaje, los datos nos van a mostrar que la mayoría de las actividades de aprendizaje de los estudiantes están ocurriendo fuera de estas aulas, quizá en entornos personalizados de aprendizaje que están nutridos por el uso de distintas herramientas y recursos.

Competencias digitales y sociales


Si promovemos la adquisición de un dominio técnico y competente de las tecnologías digitales −léanse TIC− debemos partir de que por sí mismo ese dominio no es una condición suficiente para el éxito en la educación o el aprendizaje, pero sí representará una mejora en el desarrollo de otras competencias y facilitará el camino y la retroalimentación.

Los docentes requieren una exposición cotidiana a las tecnologías digitales para evaluar y seleccionar los recursos más adecuados para su práctica educativa; sin embargo, no hay que olvidar que el desarrollo de adecuados procesos de planeación y propuestas pedagógicas se considera más relevante por lo que aporta en el fondo y no en la forma, como lo hacen ya las distintas herramientas y recursos en línea.

La interacción social en los escenarios de aprendizaje


La interacción social se ha vuelto un componente indispensable para los procesos y proyectos de aprendizaje. Métodos de evaluación y mediciones de rendimiento destacan el esfuerzo individual, colaborativo, cooperativo y los logros, pero cada vez más los estudiantes están motivados por la interacción social con sus compañeros.

Francesc Pedró, director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), sostiene que la hibridación permite una mayor flexibilidad y autonomía, donde se destaca una capacidad de autorregulación del aprendizaje. Esta modalidad plantea que se aprende al ritmo de cada estudiante y, por lo tanto, es posible deducir que para lograr una comunidad universitaria innovadora es necesario mejorar la calidad educativa.

Para Farnos (2021) en una nueva sociedad deben implementarse reformas estructurales racionales y mecanismos de lucha contra la corrupción, esto originará otra concepción del Estado que a su vez será más diversificado, sencillo y operativo. Para ello deberán consolidarse las instituciones de gobiernos y las organizaciones e instituciones de la sociedad civil organizadas.

En los últimos años se ha presenciado un crecimiento gradual de los estudiantes en actividades en línea donde se crea, manipula y comparte contenido (National School Boards Association, 2007); gracias al reconocimiento del valor educativo y el fomento de estas prácticas y comportamientos muchas universidades y centros educativos han modificado sus lineamientos y limitaciones en el uso de estas tecnologías que anteriormente se pensaba intervenían negativamente en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Por lo anterior, se puede afirmar que una educación que no tiene en cuenta el uso de herramientas de medios sociales y no prepara a los estudiantes de manera crítica y hacia la autonomía, no tiene futuro.

Propuesta para integrar un proceso educativo y social

  • El modelo educativo debe preparar a los estudiantes para la participación en un entorno constructivamente eficaz dentro de la sociedad global.
  • La formación con el uso de tecnologías digitales tiene la capacidad de involucrar a los estudiantes profundamente en su trabajo, utilizar diversos recursos y permitir colaborar a través del tiempo y el espacio.
  • Las instituciones educativas pueden proporcionar un equilibrio en el estudiante, de manera personalizada (inclusiva) y personalizar la experiencia para todos los estudiantes.
  • Se busca promover un modelo de valores esenciales dentro de una sociedad civil y democrática.
  • El aprendizaje puede tener lugar solo cuando los estudiantes se sienten libres de violencia y acoso, por lo que se debe incluir a la comunidad en los procesos de la toma de decisiones, así se promoverá el aprendizaje del estudiante en un ambiente de participación, corresponsabilidad y autoría de normativas y cultura.

Propuesta para la participación e integración

La sociedad que participe del modelo deberá:

  • Promover y orientar el uso adecuado, responsable y pertinente de las redes sociales y tecnologías móviles para incrementar las oportunidades de los estudiantes y docentes en los procesos de creación y difusión de contenidos.
  • Reflexionar sobre la disponibilidad de infraestructura y conectividad, así como la promoción y creación de políticas en la materia de disminución de brecha digital, de acceso y de uso de las tecnologías.
  • Promover un uso responsable y auto moderado de la red, así como puntos de conectividad de libre acceso.
  • Difundir lineamientos para la prevención de acoso o sexting, así como seguridad informática y datos personales.

Debemos conjuntamente:

  • Articular políticas claras sobre las tecnologías digitales y proporcionar apoyo técnico y financiero para la conectividad de los estudiantes.
  • Reducir el filtrado y maximizar el acceso de los estudiantes a herramientas de aprendizaje en línea.
  • Proporcionar oportunidades para ejercitar el juicio en la selección y uso de las herramientas más pertinentes, democráticas y efectivas.

Respecto de la potencialidad del mobile learning (o aprendizaje móvil) es pertinente analizar su potencialidad ubicua y su gran usabilidad y accesibilidad, sobre todo en un entorno de dispositivos y recursos de comunicación móviles soportados en la nube y con asistentes de voz personalizados.

Conclusión: Hacia una prospectiva del aprendizaje social

A través de las Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento (TAC) se conectará a los ciudadanos con las estructuras y organizaciones necesarias para el funcionamiento de los sistemas de aprendizaje y funciones cotidianas, pero también para los grandes proyectos a medio y largo plazos.

El aprendizaje e innovación disruptiva en la educación superior plantea, desde la revisión de los sistemas educativos actuales, propuestas que respondan de modo efectivo a las necesidades de la era digital. Es necesario revisar los elementos de personalización de la educación para adaptar los perfiles, requerimientos y particularidades de cada perfil de estudiante-aprendiente para formar a profesionales responsables, visibilizados como ciudadanos y personas integrantes de comunidades de aprendizaje que consideren la adquisición de habilidades y herramientas sociales y tecnológicas, factibles de incorporarse en las dinámicas laborales, pero también en el diseño e implementación de proyectos de desarrollo social, sostenibles y armónicos con las comunidades de origen.