REFLEXIONES Y VISONES

Nuevas carreras en la UNAM

Mtra. Janet Belinda Barragán Pérez ¹

Resumen

La oferta educativa de las universidades y otras instituciones de educación superior es un reflejo de las transformaciones históricas, así como las demandas y necesidades de diversos ámbitos a las que las carreras profesionales dan respuesta. Por esta razón, ante los vertiginosos cambios en todos los contextos: económico, tecnológico, político, social, cultural, ambiental, etcétera y el surgimiento de desafíos actuales, en los últimos años se ha incrementado también el surgimiento de nuevas carreras en todo el mundo. En el caso de México, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante los últimos diez años se han generado 32 nuevas carreras en concordancia con estas situaciones. En esta contribución se abordan estas carreras y se enfatizan sus particularidades.

Palabras clave: nuevas carreras, nuevas carreras universitarias, universidades, instituciones de educación superior, Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM.

Key words: new careers, higher education institutions, universities, National Autonomous University of Mexico, UNAM.

Introducción

Las carreras universitarias surgen para enfrentar los desafíos y las problemáticas de los ámbitos locales y globales en múltiples áreas del conocimiento. En este sentido, los cambios y las transformaciones de la época contemporánea han sido vertiginosos y se han intensificado aún más en los últimos tiempos con el desarrollo científico y tecnológico; de igual forma todo esto está ocurriendo en el contexto de fenómenos catastróficos como el cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales, por mencionar un par de ejemplos.

Ante estas situaciones durante los últimos años han surgido nuevas carreras que buscan dar respuesta a nuevos retos y necesidades. En todo el mundo estas carreras han ampliado significativamente la oferta educativa de las universidades y de las diversas Instituciones de Educación Superior (IES).

El objetivo de esta contribución es mostrar las nuevas carreras que han surgido en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desde 2012 a la fecha. Para ello, como contexto histórico, se ofrece un breve acercamiento cronológico al surgimiento las IES más antiguas en México; posteriormente se aborda el de las nuevas sedes foráneas construidas en los últimos años y se muestra cómo se ha dado la expansión de la oferta educativa hasta llegar a la carrera 132, la última aprobada por el Consejo Universitario.

Breve acercamiento a la historia del surgimiento de las Instituciones de Educación Superior en México

En 1553 se consolidó la inauguración de la Real y Pontificia Universidad de México, tras las insistentes solicitudes a la Corona Española por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas de la Nueva España; fue además la primera universidad en América. En similitud al modelo de las europeas, los estudios en la universidad estaban organizados por facultades mayores: Medicina, Derecho Civil o Leyes, Derecho Eclesiástico o Cánones y Teología; y una facultad menor: Artes (Marsiske, 2006).

A la par de las transformaciones históricas que tuvieron lugar en el país, con la llegada de la época independiente, la institución se llamó Universidad Nacional y Pontificia, y posteriormente solo Universidad de México (UNAM, s/f).

Es difícil precisar el número total de carreras profesionales que existen. Tan solo en México el crecimiento de la demanda educativa de este nivel ha acelerado también el surgimiento de instituciones y espacios académicos, tanto públicos, como privados, así como de nuevas carreras. Grosso modo se mencionarán a continuación algunos datos que nos permitan dimensionar el crecimiento del número de universidades en nuestro país en el último siglo.

En 1910 se fundó la Universidad Nacional, hoy UNAM, constituida por la Escuela Nacional Preparatoria, la Escuela de Medicina, la de Ingenieros, la de Jurisprudencia y la de Bellas Artes (UNAM, s/f.).

Unas décadas más tarde, para 1950, tras diversos procesos sociales, políticos y económicos, en México existían ya ocho universidades públicas (Hernández, 2011): la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y las de Sonora, Sinaloa, San Luis Potosí, Guadalajara, Yucatán, Puebla, y la Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, así como cinco universidades privadas: la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), la Femenina de México, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM), la Iberoamericana y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Para 1967 se ofrecían en el país 53 carreras o estudios de licenciatura, 18 de ellas en el área de ingeniería y tecnología y 11 en ciencias sociales, lo que representaba el 68.9% de la oferta educativa nacional en ese entonces:

“Esta circunstancia se explica por dos razones: en primer lugar, las carreras del área de ciencias sociales y administrativas incluyen los estudios que tradicionalmente ofrecieron las universidades desde su creación, absorbiendo un considerable porcentaje de la matrícula; pero además, y en segundo lugar, la expansión de los servicios educativos a partir del final de la década de los años 50, respondiendo a las exigencias tanto de la demanda social educativa como a los requerimientos del país en la formación de profesionales en el área de ingeniería y tecnología, llevó a la creación de nuevas carreras en esta área y a la ampliación de las ya existentes (Rangel, 1974)”.

En 1974 surgieron la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Pedagógica Nacional (UPN); posteriormente en 1980 comenzó una baja considerable en la infraestructura y atención de la educación superior pública, y se priorizó el surgimiento de instituciones de educación superior privadas como parte de las directrices y políticas en nuestro país durante el proceso de la apertura de tratados de comercio con otros países.

Estos cambios indudablemente se han efectuado en concordancia con los contextos nacionales e internacionales en constante transformación, y en respuesta a los nuevos desafíos y temas emergentes en todos los ámbitos.

En este tenor, otro hecho histórico relevante es que en 2010 la UNAM celebró el primer centenario de su surgimiento como la Universidad Nacional de México y a partir de ese momento comenzó un proceso de creación de nuevas sedes académicas y nuevas carreras.

Surgimiento de nuevas sedes académicas y expansión de la oferta educativa de la UNAM

La UNAM es sin duda la institución más emblemática de nuestro país; su historia está estrechamente vinculada a la de nuestro país. De esta forma, las innovaciones que ha tenido su oferta educativa son una muestra también de cómo se ha transformado el país.

A partir de 2010, en la universidad comenzó un proceso de ampliación de la oferta educativa y de expansión de sus sedes académicas multidisciplinarias foráneas. En 2011 se inauguró la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad León, que constituyó la primera escuela construida por la UNAM fuera de la zona metropolitana en 35 años. En otros espacios foráneos se habían creado institutos y centros de investigación, pero no una escuela (UNAM-DGCS, 2011).

Posteriormente surgieron la ENES, Unidad Morelia (2012); la ENES, Unidad Juriquilla (2017) y la más reciente, ENES, Unidad Mérida, cuya creación fue aprobada en 2017 y su inauguración se llevó a cabo en 2020.

Nuevas carreras en la UNAM (2013-2022)

En este sentido, en la última década se ha ampliado significativamente el desarrollo y creación de nuevas carreas en la UNAM. En 2012, el Consejo Universitario aprobó la creación de la licenciatura en Historia del Arte como la carrera número 100 de la Máxima Casa de Estudios.

Desde 2013 a la fecha se han creado 32 nuevas carreras más que se muestran en el siguiente cuadro, en orden cronológico según su año de aprobación por parte del Consejo Universitario. Cabe destacar que actualmente algunas carreras se imparten también en otras sedes, aquí se muestra la entidad en la que comenzaron a impartirse tras su creación:

Como se puede observar en el cuadro 1, la distribución de las nuevas carreras en los campi universitarios está organizada de esta forma: 47% en escuelas y facultades; 44% en las ENES, principalmente en la Unidad Morelia, y el 9% restante se ubicó en centros e institutos. Por tanto, se advierte que la creación de nuevas sedes está en estrecha vinculación con el crecimiento de la oferta educativa.

De igual forma, en cuanto a las áreas del conocimiento, las nuevas carreras surgidas dentro del área 1 representan el 28.1%, y comparten el mismo porcentaje las del área 2. En el caso de las áreas 3 y 4 también comparten el mismo porcentaje 21.9%, respectivamente. Lo anterior nos muestra que estas carreras han surgido de forma más o menos equitativa en cada una de las áreas.

Con este número de carreras, actualmente la UNAM se coloca como la institución con la mayor oferta educativa del país, seguida de la Universidad de Guadalajara con una oferta académica para nivel técnico superior universitario y de licenciatura de más de 100 carreras distribuidas a través de su red de centros universitarios y sistemas educativos (UDG, s/f); la Universidad Veracruzana (UV, s/f) con 85 opciones profesionales en el nivel licenciatura y la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx, s/f) también con 85, y la Universidad Autónoma Metropolitana con 80 carreras (UAM, 2022).

Características de las nuevas carreras

En la UNAM, algunas de las características que comparten estas nuevas carreras son la interdisciplina, el desarrollo en áreas de vanguardia que responden a necesidades de los distintos ámbitos locales en donde se desarrollan y también en el ámbito global. Para su creación se llevaron a cabo procesos de investigación rigurosos sobre sobre los recursos materiales, humanos y costos de operación, además de otros aspectos de índole organizacional, como la definición de perfiles, campos del conocimiento, campos de aplicación y mercado laboral.

En cuanto a sus procesos administrativos, algunas de estas carreras pueden ser de ingreso indirecto a partir del primer semestre, o bien posterior a este. Lo anterior significa que, para acceder a alguna de ellas, el estudiante debe ingresar ─ya sea por pase reglamentado o por concurso─ a una carrera diferente y posteriormente realizar una solicitud de ingreso a un proceso de selección interno para la carrera deseada. En todos los casos se emite una convocatoria o de forma oportuna se brinda la información a los aspirantes para que puedan realizar este trámite ante las instancias correspondientes.

Esta información se encuentra detallada en cada uno de los sitios web de las instancias en la que se imparten estas carreras, asimismo está disponible en el sitio creado por la Dirección General de Orientación y Atención Educativa que muestra la oferta educativa de la UNAM: www.oferta.unam.mx

Otra particularidad es que cada facultad, escuela, centro o instituto donde se imparte la carrera de ingreso indirecto determina los componentes de su proceso de selección interno; sin embargo, de forma general, las pruebas que se realizan a los candidatos son exámenes de conocimientos y de dominio de idioma, inglés principalmente, y entrevistas; en la mayoría de estas carreras se ofrece un número limitado de lugares, por ello se lleva a cabo un proceso meticuloso para la selección.

Además de las carreras de ingreso indirecto, están las carreras con prerrequisitos; es decir, que su plan de estudios establece que se debe cumplir con anticipación, a la par del proceso del concurso de selección, con ciertas condiciones. Algunas de las nuevas carreras se ubican en este rubro.

El quehacer de las y los orientadores ante el surgimiento de nuevas carreas

Ante la extensa y creciente oferta educativa, las y los orientadores enfrentamos un desafío importante. En primera instancia, se encuentra la actualización constante sobre las nuevas carreras y sus mecanismos de ingreso, así como de los aspectos generales referentes al campo laboral, impacto en la sociedad, etcétera. Debido a la gran cantidad de carreras es muy difícil, por no decir imposible, que se conozca por completo la información a detalle de todas ellas; sin embargo, es importante que se tenga conocimiento de los espacios oficiales y se guíe al alumnado para que realicen la búsqueda de información.

Además de la revisión de los factores personales vinculados a la elección de carrera, las y los orientadores debemos destacar los vertiginosos e inesperados cambios que pueden surgir ─tal como los hemos visto en los últimos tiempos, en los modelos académicos y laborales─.

Por esta razón es prioritario también que, además del autoconocimiento y la comprensión de ellas y ellos mismos, así como del conocimiento de la oferta educativa y los campos laborales, el alumnado desarrolle habilidades de adaptación, resiliencia en diversos ámbitos (Gómez, 2020), gestión de carrera profesional (Oliveras et al., 2018) y elaboración de su proyecto académico profesional (DGOAE, 2022).

En este sentido, analizar, debatir, generar, implementar estrategias y estrechar vínculos con otros espacios que promuevan estos conocimientos y habilidades es una tarea fundamental ante el surgimiento de nuevas carreras y nuevos contextos profesionales.

Conclusiones

En los últimos años se han acelerado los procesos de creación de nuevas carreras debido a los cambios y transformaciones vertiginosos en el mundo: el desarrollo de la ciencia y la tecnología, el surgimiento de nuevas enfermedades, los cambios en los modelos económicos y políticos, las necesidades y variaciones sociales, el surgimiento de nuevas manifestaciones culturales, y las interacciones entre todos estos ámbitos.

En este sentido, la UNAM ha incrementado notablemente su oferta educativa, sobre todo en los últimos 10 años para dar respuesta a estas problemáticas y estar en sintonía con las demandas y las transformaciones, lo que la coloca a la vanguardia tanto en el contexto nacional, como en el internacional en todas las áreas del conocimiento.

Ante este panorama es probable que en los próximos años continúen desarrollándose programas académicos innovadores que traigan consigo el surgimiento de otros planteles, centros e institutos que, a través de la interacción de las disciplinas y el uso de las nuevas tecnologías, permitan la formación de profesionistas con los conocimientos, las aptitudes y competencias para enfrentar los contextos inéditos que surgirán en los años por venir.