Autoras: Dra. Libia Gómez Altamirano, Mtra. Evelia Valdovinos Tapia
Sección: Reflexiones y Visiones
Resumen:
El texto aborda la Orientación Vocacional y las trayectorias profesionales. En él se destaca la importancia de ayudar a las y los jóvenes a elegir carreras adaptadas a sus intereses y contexto frente a la incertidumbre laboral moderna. Los testimonios aquí reproducidos muestran cómo las personas al cambiar de carrera encuentran satisfacción. La conclusión de este artículo radica en la necesidad de contar con programas educativos que fomenten la flexibilidad y el autoconocimiento, desmitificando la idea de que una carrera es para toda la vida.
Palabras clave: Elección de carrera, vocación, trayectoria profesional, proyecto de vida, movilidad laboral
Voy cortando cadenas, estoy creciendo contra la miseria y alguna que otra pena…pero pierdo el control, llego a casa y escucho su voz, siempre la misma canción… ¿Nene Ne-ne-ne que vas a ser cuando seas grande?... Estoy, casi condenado a tener éxito para no ser un perro fracasado… Así, así, así, yo fui enseñado, generaciones tras generaciones marchan a mi lado…Solo quiero jugar, Soy el sueño de mamá y papá… No, no les puedo fallar.
Así lo expresaba Miguel Mateos, famoso cantante argentino, icono del rock en español en la década de los 80.
Retomando la experiencia de acompañar a las y los jóvenes durante el proceso de orientación es importante destacar que, en ocasiones, muchas y muchos llegan a la asesoría con la inquietud de encontrar a alguien que les indique cuál es la carrera adecuada para ellos, que les ayude a descubrir sus habilidades y talentos; sin embargo, enfrentan una confusión entre sus gustos y sus capacidades, así como otros factores relevantes para tomar una decisión informada, la mayoría de las veces, sin tener una idea clara al respecto.
Es cierto que la vocación se refiere a la inclinación o interés que las personas muestran hacia ciertas actividades, pero contrario a lo que se pueda pensar, esta no es innata, sino que se desarrolla a lo largo del tiempo a través de diversas experiencias. Es crucial destacar que, para elaborar un plan profesional, es necesario considerar aspectos como los programas de estudio, las instituciones educativas disponibles, el contexto socioeconómico, las oportunidades laborales y, en general, la viabilidad de cada opción para cada individuo.
De esta manera, para las juventudes la decisión de elegir una profesión y diseñar un plan de vida sigue siendo un desafío considerable. Además, esta elección suele tomarse durante la adolescencia, cuando apenas están empezando a conocerse a sí mismos; a lo anterior se agrega que se enfrentan a diferentes mitos alrededor de la elección de carrera, algunos de los más comunes son: que sea una carrera lucrativa, acorde a la tradición familiar, una carrera popular, que forme parte de una universidad prestigiosa y uno de los más sobresalientes, “la elección que se haga en ese momento tendrá que ver con ejercer esa carrera y vivir de ella por toda la vida”, lo que puede imprimir mayor confusión, presión y ansiedad a la decisión.
Al realizar una búsqueda bibliográfica sobre la cuestión de si una carrera debe ser para toda la vida, notamos que este tema, en particular, ha recibido poca atención por parte de los especialistas en Orientación Vocacional. Algunos estudios relacionados con el tema se enfocan en los desafíos de la metodología, los cuales coinciden, de manera general, en la utilización de estudios longitudinales con enfoque biográfico (Muñíz 2012; Perona, Sassaroli, Borrell, Voras 2016).
Un par de artículos interesantes muestran los siguientes resultados:
Censuswide (2019), consultoría especializada en estudios de mercado, realiza un estudio en Londres, Inglaterra, y aun cuando no da más detalles de la encuesta, menciona lo siguiente:
¿Cuántas personas sintieron que, a lo mejor o definitivamente, cambiarían de carrera? Según el estudio, el 39% de las personas se sienten tan frustradas con lo que hacen que dejarán su puesto actual, mientras que el 34% siente que su trabajo no tiene sentido, por lo que también cambiarían.
En cuanto a estudios en México, es importante mencionar la encuesta realizada por Indeed (plataforma de servicio gratuito para los candidatos en el que se puede subir un CV, crear alertas de empleo por email y buscar, guardar y postularse directamente a empleos, citado en Hernández 2022) que señala que alrededor del 32% de los trabajadores en México considera que su actividad laboral se está quedando obsoleta, por lo que está evaluando seriamente hacer un cambio de profesión.
Savickas (2019), autor de la teoría de la construcción de carrera, señala que en la sociedad posmoderna los empleos son cada vez más inseguros, efímeros e inestables, con contrataciones por proyectos o consultorías, donde la carrera ya no se percibe como un compromiso de por vida. Ante esta incertidumbre laboral, encontrar personas e instituciones que se comprometan a largo plazo se vuelve cada vez más difícil.
Por lo tanto, la Orientación Vocacional podría enfocarse en apoyar a las personas a construir su trayectoria profesional de acuerdo con sus intereses y el contexto en el que se desenvuelven. Es necesario remarcar que los cambios en la trayectoria profesional son viables, tomando en cuenta los diferentes momentos personales, intereses, necesidades y los contextos sociales, económicos y políticos del lugar y del momento de vida.
Esto implica estar dispuestos a desarrollar competencias para el emprendimiento, junto con habilidades blandas como la inteligencia emocional, la adaptabilidad, la flexibilidad, el autoconocimiento, la creatividad, el aprendizaje continuo, la reflexión y el trabajo en equipo, entre otras, que les permitan satisfacer las demandas propias y del mercado laboral.
Para ilustrar esto, se recopilaron cuatro testimonios de egresados universitarios que decidieron cambiar de área de estudio o de profesión. Se llevaron a cabo entrevistas semiestructuradas y en línea para explorar los motivos y la satisfacción detrás de este cambio. Los participantes provenían de disciplinas como Biología, Periodismo, Administración e Ingeniería Química, con edades comprendidas entre los 25 y los 61 años.
Inicialmente se investigaron los motivos que los llevaron a elegir su primera carrera. En su mayoría, mencionaron intereses o aptitudes hacia esa área, aunque reconocieron que fue una decisión precipitada, en algunos casos. Hubo quienes también admitieron presiones familiares como factores determinantes en su elección.
Se les preguntó si su carrera inicial se relacionaba con su actividad profesional presente, y todos informaron que los conocimientos y las habilidades adquiridas durante sus estudios fueron útiles en su trabajo actual.
Respecto a si pensaban que su primera carrera sería para toda la vida, la mayoría respondió afirmativamente, aunque surgieron dudas durante la carrera debido a la escasez de oportunidades laborales y circunstancias específicas de su facultad. Un entrevistado mencionó que sabía desde el principio que no sería una carrera de por vida, pero se resignó porque la carrera que le interesaba no estaba disponible en su ciudad.
Además, compartieron que ejercieron su primera carrera por poco tiempo y que esta experiencia les proporcionó aprendizajes y habilidades, pero por diversas razones decidieron cambiar de carrera o de actividad profesional, como la falta de oportunidades laborales, la falta de motivación, el interés en explorar otras áreas de conocimiento y circunstancias personales que les permitieron incursionar en nuevas actividades profesionales. Todos se mostraron muy satisfechos con este cambio y la mayoría pudo complementar su formación profesional original con su trabajo actual.
Finalmente, se exploró su opinión sobre si una carrera es para toda la vida y estas fueron sus respuestas:
“Es una situación de vocación personal. Hay quienes tienen muy clara esa situación desde edades más tempranas, y hay quienes no la tienen. Desde mi perspectiva, influyen las experiencias vividas a nivel familiar como escolar, así como en el entorno cercano de amistades”. MAML, 61 años.
“Uno no deja de ser un profesionista de la primera carrera que estudió y todo lo aprendido ayuda a desarrollar la segunda o tercera profesión. Si en un momento dado uno se equivocó en la primera elección, es completamente válido cambiar hacia otra donde uno se pueda sentir más satisfecho y feliz.” JHGG, 56 años.
“Mientras más conocimiento tengas, más oportunidades tendrás para elegir lo que mejor te convenga y te haga feliz.” MERV, 52 años.
“Estoy parcialmente de acuerdo. Considero que la mayoría de las personas no ejercen sus carreras y se dedican a áreas completamente diferentes, y está bien porque así lo desean o porque simplemente no encuentran trabajo relacionado con sus carreras, pero también creo que es posible ejercer nuestras carreras y que estas se vuelvan ‘para toda la vida’, si las complementamos con conocimientos de otras áreas”. DLRM, 25 años.
Conclusiones
Sería enriquecedor realizar un análisis más exhaustivo de las trayectorias profesionales y laborales de los graduados al investigar hasta qué punto se sienten satisfechos con la primera elección de carrera, qué eventos o factores consideran importantes para el cambio o movilidad profesional y laboral. Si ya se han enfrentado a estos cambios, cuáles han sido los principales retos, pros y contras de dichos cambios y si asumen la responsabilidad de gestionar y adaptarse a los cambios del entorno, con el fin de generar satisfacción en su desarrollo profesional. Además, sería beneficioso reflexionar y ejecutar programas de intervención desde la Orientación Educativa que ayuden a los estudiantes a visualizarse en un futuro dinámico, marcado por el rápido avance de la tecnología, la inteligencia artificial y la preservación del medio ambiente.
De este modo, el trabajo de la Orientación Educativa puede y debe contribuir a desmitificar ideas erróneas sobre la elección de carrera y los proyectos profesionales, como la noción de que la elección de la primera carrera en la adolescencia no necesariamente es para toda la vida. Para lograrlo, es fundamental promover el autoconocimiento, el desarrollo de habilidades tanto blandas como técnicas y digitales, el trabajo interdisciplinario y multidisciplinario, la toma de decisiones informada, así como la flexibilidad y la capacidad de adaptación a entornos en constante cambio. Esto permitirá a las personas entender que la personalidad y las preferencias de los seres humanos pueden cambiar a lo largo de la vida como una necesidad de crecimiento; por eso rediseñan sus proyectos de vida cuando es necesario, reconociendo el cambio como una parte fundamental de la experiencia humana y no como un fracaso.